pensamientos corren
por mi cabeza mientras
intento escribirte.
Esta carta, más que
otra carta, es un
testamento del amor
que siento por ti.
Un amor que será
tuyo mientras viva,
y aún luego de
muerto, lo tendrás.
Un amor que nació
de la nada, y se ha
convertido en mi todo.
Un amor que es
difícil de poner
en palabras, y sólo
se puede sentir.
Tú eres la razón de
la sonrisa en mi cara
cuando me levanto
por la mañana...
..y la razón por la
que puedo dormir
en paz y tranquilo/a
por la noche.
Tu no eres un motivo
de mi felicidad, tu
eres todos los motivos
de mi felicidad.
Tu amor ha llegado
a mi vida con nuevos
desafíos y aventuras.
Y créeme, no hay
nada en este mundo
que pueda
tomar tu lugar.
Te amo más de lo que
las palabras pueden
decir, más de lo que las
letras pueden expresar.