Nunca me había detenido
a disfrutar la vida hasta
el día que te conocí.
Pienso en ti con delicadeza,
muy despacito, como si
te dibujara dentro mío.
Y aunque estés lejos,
quiero que sientas ahora mis
besos acariciando tus labios.
Son besos tiernos,
sin prisa, llenos de
amor y de pasión.
Son los mejores besos
que he dado. Con ellos
te cuento mis secretos...
..te demuestro mi felicidad,
te trasmito todo
lo que por ti siento.
Imaginarte conmigo
es parte de todos mis
días. Tenerte es mi
mayor ilusión.
Quisiera tener la certeza
de que te voy a ver mañana,
o pasado mañana...
...y podré acariciarte siempre,
besarte siempre,
lentamente, físicamente...
...como lo estoy haciendo
ahora, despacito,
suavemente, con el alma.
Nunca me había detenido
a disfrutar la vida hasta
el día que te conocí.
