Querida amiga,
gracias por todos
los buenos y
malos momentos.
Quiero decirte que
mi vida no sería lo
que es si no te
hubiera conocido.
Gracias por estar
siempre allí
cuando
nadie más estuvo.
No pasa un día sin
que piense en ti, y
quiero que sepas
que siempre lo haré.
Gracias por hacerme
reír hasta sentir
que el estómago
me va a explotar.
Me encanta cómo
podemos hablar
de todo y siempre
nos reímos de todo.
Gracias por compartir
tus historias,
y gracias por
escuchar las mías.
La vida tiene sus
altibajos, pero
nuestra amistad
pasará a través
de ellos.
Puedes contarme
tus problemas,
yo siempre te
escucharé.
Tu siempre serás
mi mejor amiga, y
nadie ni nada
podrá cambiar eso.
Y recuerda...
Si te quedas a mitad
de camino, toma
mi mano, que te
ayudaré a salir...
..de dónde sea,
y cuando sea.
Te quiero mucho!
